Y lo que se viene, chicas, son las frutas. En especial las piñas o los ananás, como prefieran decirles. En colores, monocromáticos, chiquitos, grandes, minimalistas o detallados. En vestidos o remeras principalmente, pero totalmente versátil. Lo que importa es que la ensalada de frutas está de moda y nosotras, consumistas sin remedio, nos vamos a cansar de usarlo durante todo el verano.
Mi consejo es no saturarse, porque el verano es largo y sino para diciembre todas vamos a ser intolerantes a las frutas, como con tantas modas nos ha pasado. Y además sacarle el jugo, nunca mejor aplicado, al hecho de que es una estampa muy veraniega que trasmite mucha playa, mucha vacaciones.
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