martes, 29 de abril de 2014

Rediseñando Tendencias: Polleras Pareo

Como saben en este hemisferio, las novedades o modas suelen llegar atrasadas al menos una temporada. Antes tardaban un poco más incluso. Hoy por hoy gracias a la globalización e Internet podemos darnos el gusto de incorporarlas en cuanto el clima empieza a jugar un poco a nuestro favor.


Cuando estaba por arrancar esta temporada, me obsesione con unas polleras divinas que encontré haciendo relevamiento de tendencias, o dicho más estilosamente, realizando tareas de cool huntingLas polleras pareo.

Como ya sabrán tengo un mini emprendimiento de diseño y decidí tomar ese estilo que tanto me había gustado y adaptarlo a un nuevo modelo. Más adecuando si se quiere, al estilo de mi marca. La tela que elegí fue la villela escocesa, la cual esta temporada hace furor en este rincón del mundo. La mandé a hacer en tres talles distintos y en dos colores.

Les dejo unas fotos de cual fue el resultado para que me digan su opinión. Pueden encontrar más fotos en mi página de Facebook: Ariadna.


jueves, 10 de abril de 2014

Los controladores

Cuando empecé terapia hace algunos años, una de las primeras cosas que me hizo notar la psicologa es que tenía un grave problema con delegar responsabilidades. Es el día de hoy, cuando ya mucho tiempo me separa de esas sesiones y de la posterior "alta médica"; que sigo teniendo el mismo problema. Y se debe todo, absolutamente todo, ami afán de tener el control. 

A medida que uno va creciendo, va percatándose que ciertas cosas no se pueden manejar, la mayoría de las personas intentan vivir con eso y lo logran. Aceptan que somos humanos, y que no podemos manejar cada mínimo detalle de una cuestión, porque no nos da el físico ni la mente. Aceptan que "el que mucho abarca, poco aprieta". Y que no importa cuánto te esfuerces, siempre habrá cosas que escapen de vos.


Pero ajenos a esas personas, nos encontramos otro grupo: Los Controladores. Aquellos que nos quejamos de asumir las responsabilidades de todos, pero que en el fondo, no queremos que nadie más meta mano en nuestra perfecta red de control. Y hasta la disfrutamos. Disfrutamos las listas, el estrés, las llamadas por teléfono pidiendo por nosotros, los planes organizados con tiempo, las compras anticipadas, etc. 

Y aunque podemos ser un desastre en un montón de aspectos, siempre saben que sos vos, y nada más que vos, la que tiene la respuesta que necesitan. Atendes el teléfonoen el trabajo, porque nadie puede pasar los mensajes como vos. Verificas las tareas de tus compañeros de trabajo antes de entregarlas, porque en el fondo crees que son mas propensos a los errores. 


Armas pre entregas en la facultad, sólo para saber que están haciendo mal los demás, y siempre exigís que se te envíe una copia de todos los trabajos antes de entregárselo a un profesor. Haces los pedidos por teléfono, aunque no sea parte de tus tareas, porque sospechas que alguien más podría hacerlo mal. 

Chequeas el calendario antes de cada parcial, evento, cumpleaños para asegurarte que nada se superponga. Y vivis en un estado de histeria permanente, porque nadie puede seguirte el ritmo. Pero también sabes que si lo hicieran, no podrías soportarlo, porque no hay suficiente lugar- en ningún ámbito- para dos controladores.


Nos entusiasman las agendas, los calendarios, los archivos Excell, las listas con items, los planes detallados, los post it, los marcadores, y todo aquello que nos haga sentir que nada se nos está escapando de las manos. 

Porque así vivimos, y porque así disfrutamos.

martes, 8 de abril de 2014

Fetiches


¿Alguna vez les pasó que se compraron algo y paso a ser su amuleto de la suerte, su fetiche? 

Hará algunos años me compre una campera de cuero negra, hermosa campera, hecha a la medida para mí y bajo mis propias exigencias, preciosa.

El problema fue que me gusto tanto que se convirtió en mi prenda favorita, la usaba tres o cuatro veces por semana y no podía despegarme de ella, me hacía sentir feliz, completa y maravillosa. Y yo me preguntaba que había de malo en algo que me generaba todo eso.

El conflicto surgió cuando un día de la nada, sin motivo aparente se rompió, y ahí mi mundo pareció caerse en pedazos, porque ya no me sentía yo sin ella, porque ya no sabía como ponerle mi mejor cara al mundo, y porque la vida pasaba a tener más grises que vivos colores.

Lo bueno de depender de una campera, es que tarde o temprano encontras otra cosa que lo remplace, lo malo de depender de las personas es que la única manera de remplazarlas sanamente es encontrar en uno mismo lo que nos hace falta.